Este libro presenta un modelo innovador para estudiar el rol de los Estados pequeños en la construcción de organismos internacionales. El modelo categoriza estos Estados en promotores de regiones, objetores de regiones o adaptados a las regiones, según cómo se involucran en la política regional. Ecuador y Uruguay son estudiados en profundidad. Ambos Estados se categorizan como promotores de regiones en el contexto de la construcción de UNASUR, la Unión de Naciones Sudamericanas. El autor argumenta que estos dos países tienen elementos comunes de identidad colectiva, lo que influencia su carácter de promotores de regiones. El autor considera varios factores tales como la presencia de gobiernos orientados por una ideología de izquierda, el fracaso de los proyectos de integración económica, la influencia abrumadora de agentes externos y la necesidad de paz a nivel nacional y regional. Estas circunstancias, así como la perspectiva de que los Estados pequeños desempeñen un rol de liderazgo y favorezcan un nuevo tipo de cooperación política dentro de UNASUR, condujo a Ecuador y Uruguay a apoyar la construcción y consolidación de esta alianza.